lunes, 1 de diciembre de 2008


Hay veces que no podemos lidiar con nuestros sentimientos, veces en las que nuestros sentidos se entremezclan con imágenes y hacen que nuestra historia se confunda, se torne incomprensible, nos haga desaparecer.

Hay veces donde nuestros ideales se deshacen en la corriente de la vida, y aunque luchemos con todas nuestras fuerzas vamos transformándolos en pequeñas cuestiones, en pequeñas incógnitas, en las que tal vez, jamás encontremos una resolución.

Hay veces donde la magia desaparece y el telón de la realidad comienza lentamente a abrirse, y son nuestros ojos los que en cada segundo comienzan a visualizar cada reflejo de luz, cada reflejo de verdad, y cuando nuestras almas despiertan hacia el mundo terrestre y descubren que ya nada es como se creía que era, y que cada cosa tiene su razón de ser, la ficción pasa ser lo mundano, lo negado, lo indeseable, pero existente.

Hay veces en las que mi ser no quiere dejarlo ir, veces en las que mis lagrimas piden a gritos que regreses, veces en las que no comprendo si estas o si no estas, veces en las que una sola nota musical en mis recuerdos te trae a mi lado como antes, como siempre.
Las veces en las que estas junto a mi no son a diario, pero su eco perdura en mi espíritu, y sé que debo dejarte ir, que debo dejarte volar, pero mi ser egoísta no concibe una historia en la que no puedas protagonizar la parte esencial que el legado de la vida, tal vez, quiso manifestarte; y aunque me repito constantemente que ya no estarás, no puedo creerlo...
Tal vez sea porque hay veces en las que ya no soy yo, porque mi gran amor hace que tú vivas en mi. Porque mi alma, aunque lo intente, no puede vivir, si vivir es sin ti.


Pazzz
sábado, 27 de septiembre de 2008