sábado, 13 de diciembre de 2008


Mirándote mientras dormías me encontré aquélla noche, tu rostro ya no era el mismo que el de las anteriores pero a ti no parecía mucho importarte.
La puertas del cuarto parecieron abrirse de golpe y sentí que era el momento indicado de escaparme de todo ello que enfrentaba. Acaso algo estaba errado? Acaso yo estaba cambiando?
La noche continuo junto a mi desvelo, mientras mi mente no dejaba de dar giros sobre miles de pensamientos, recuerdos y sueños. Todo estaba allí a mi lado pero no podía acercarme; hay lugares que una no puede acceder, situaciones demasiado intransigentes y yo con esta mente piadosa que sólo intentaba saber que era lo que estaba pasando, que era lo que mis ojos estaban viendo, porque tantas lagrimas deslizaban por mi rostro sin razones aparentes....
De repente el ruido se detiene, te veo despertándome con tu hermosa y radiante sonrisa, “otro sueño” me dices dándome calma; y me pierdo nuevamente en el cielo de tus ojos y la paz comienza a amanecer como el día mismo...